Algo tiene que cambiar

"La primera noche después del aborto fue la muerte misma", recuerda Carol sobre el hecho que le marcó su vida. Embarazada a los 15 años, ella veía que "la única salida era el aborto". Se sentía sola. Luego vinieron años donde, como ella dice, "no me perdonaba, toda mi inocencia se había muerto, me empecé a odiar, y tenía un vacío existencial".
Hasta que un día una voz interior le dijo "Algo tiene que cambiar". Luego de comenzar un proceso de aceptación y sanación, Carol volvió a sentirse amada. A pesar del dolor, ella hoy puede sonreír y expresar sentimientos como "toda mi vida se pintó de colores, lo oscuro se transformó en luz". Aquí el testimonio de esta madre.